Las lamas son el elemento clave en una persiana. Van inyectadas con un aislante de poliuretano expandido, perfecto para proteger tanto del frío del invierno, como de las altas temperaturas del verano y de los molestos ruidos del exterior. Si se rompe alguna lama de tu persiana, no hace falta que la cambies entera. Solamente el punto que lo requiera, al mejor precio.